Cojemos una placa de PCB cuya cara o caras serán metálicas (normalmente son finas capas de cobre) y….
Preparado o saneado de la placa Pcb, como debe hacerse con cualquier PCB, limpieza con disolvente y pasada con lana de roca.
Esto es importante porque vamos a pasar por el proceso de revelado o atacado férrico, donde un fluido corrosivo se va a encargar de “comerse” el cobre que está fuera de las pistas y no queremos.
Si el cobre tiene algún recubrimiento o suciedad específica, podría no ser atacado por el ácido, o podría hacerlo en un tiempo muy prolongado haciendo que el ácido agote la resistencia de la pintura y lo ataque todo.
Idealmente la pintura será una pintura de spray.
Hasta donde yo se no se necesita de ninguna característica o calidad o propiedad especial en esta pintura de spray. De hecho yo uso uno muy barato comprado en un bazar chino de mi barrio.
La pintura de spray nos dará una capa muy fina y muy bien adherida a la placa, la delgadez de la placa será ideal para el láser, y la adherencia será ideal para el revelado/atacado.
El color ideal es el negro, para que el láser sea mucho más efectivo.
Entonces pintamos una cara minimalista y superficial, y lo dejaremos secar.
No necesita un tiempo muy prolongado, esto no es como el caso de los adhesivos que necesita un tiempo de curado.
De hecho yo he utilizado placas recién pintadas y sin secar, y en el uso del láser no he tenido ningún problema.
Ejecutamos el proceso del grabado con el láser.
El láser hará que la pintura expuesta a su puntero pierda su adherencia con la placa.
La pintura saltada hará que el ácido tenga en contacto con el cobre, y en viceversa el cobre protegido por la pintura no será atacado por el ácido.
El dibujo que el láser debe aplicar, es el contorno de las pistas, siendo el resultado final el análogo al decalado de la cuchilla de la cnc.
Representación de lo queremos “atacar” con el láser:
La pintura por donde ha pasado el láser, quedará marcada y aunque no lo parezca debe estar des-adherida de la placa.
El aspecto será más o menos así: (aspecto antes de la limpieza)
Las pistas se verán en un tono como blanco, y la definición de estas será a proporción de la resolución calidad y número de pasadas del láser, de esto hablaremos más adelante.
Frotaremos la placa entera con papel y alcohol, sin miedo, la pintura no expuesta por el láser estará muy muy pegada.
El papel no debe ser muy rudo ni abrasivo, puede ser un papel de cocina, algodón, etc.
El alcohol que usaremos es el típico de uso sanitario que encontramos en cualquier botiquín.
Incluso si vemos que alguna pista tiene algún trazo de pintura que no se difumina, lo podemos frotar más insistentemente con alcohol y un bastoncillo de algodón.
El resultado final tras el limpiado, será el mismo, pero con las pistas en color cobre.